Entrevista - Parapente

Raúl, parapentista y discapacitado

Esta semana se ha celebrado el Día de los discapacitados. Podría parecer que la situación de estas personas es incompatible con la práctica de deportes de riesgo, pero para sobrevolar los cielos no hace falta más que un poco de ganas. Ése es el caso de Raúl, un parapentista granadino que sufre una enfermedad que le ha dejado sin pies y sin una mano. Esto no le impidió a los 15 años subirse a un parapente y empezar a volar.

SARA ESPAÑA/MADRID

Pregunta.- ¿Cómo te iniciaste en este deporte?

Respuesta.- Yo veía a mi vecino y me gustaba lo que hacía.

P.- ¿Qué dificultades has encontrado?

R.- En realidad, ninguna. Yo tenía las ideas muy claras, fui a la escuela de parapente y les dije que o me enseñaban a volar o lo hacía yo solo. Y me enseñaron…

P.- Dado tu caso, ¿necesitas algún equipamiento especial?

R.- Al principio sí lo utilizaba, pero todo lo que le añadas al equipo básico luego te crea complicaciones. Así que he ido quitándolo todo. Ahora utilizo el mismo equipamiento que cualquiera.

P.- Además de parapentista y monitor, trabajas como organizador de una empresa de camiones, ¿cómo lo compaginas?

R.- Pues sin descansos. En realidad no te cansas, porque lo que no te da una cosa te lo da la otra. El parapente me sirve para desconectar y además me lo paso bien, mis alumnos son también mis colegas.

P.- ¿Has pensado en dedicarte profesionalmente a este deporte?

R.- Vivir del parapente es muy complicado. Hay muy poca gente que pueda, porque no es un deporte que llegue a la masa como el fútbol, por ejemplo. La gente que se dedica a ello es porque trabaja en una fábrica de material de parapente o es filmador de imágenes, pero compitiendo es muy difícil. Otra opción sería montar una escuela, pero ya hay muchas que llevan muchos años. Además te acaba quemando, porque no vuelas, sólo enseñas. Es como un profesor de autoescuela.

P.- ¿Es mejor la situación en otros países?

R.- En España, hay mucha afición y campeones de acrobacia muy buenos, pero falta apoyo. En Suiza (en francés) o Alemania (en alemán), por ejemplo, tienen federaciones oficiales de parapente y reciben más ayudas.

P.- ¿Qué es necesario para hacer parapente?

R.- Pues acudir a una escuela y aprender. Consigues el material y te explican cómo manejarlo. Después haces tres saltos en biplaza donde el monitor despega y después te deja los mandos para que controles tú el parapente y veas cómo reaccionas en cada situación. Si te da miedo, si te mareas… Si superas esta fase, lo siguiente es un vuelo de unos tres o cuatro metros de altura tú, completamente solo. Y lo último es volar a más de 600 metros de altura. Entonces ya estás preparado.

P.- ¿Es muy caro?

R.- Al principio hay que hacer una inversión de unos 3000 € para comprar el material, pero éste te va a durar al menos dos o tres años. Pasado este tiempo, se suele sustituir la vela, pero esto ya es más barato. La verdad que si lo comparas con comprarte una moto de 9000 ó 10.000 €, es mucho más barato que el motociclismo, por ejemplo.

P.- ¿Cuál ha sido tu mayor proeza en este deporte de riesgo?

R.- Acabar cada vuelo (risas). No, he ganado algunos campeonatos de España y competiciones de precisión. He recibido el título al piloto internacional del año en el Festival de Yelmo… Pero de todos modos, yo no lo considero un deporte de riesgo. Todo es muy tranquilo y relajante. Los accidentes ocurren por la inconsciencia de los pilotos noveles, por no saber leer el aire y meterse en condiciones no adecuadas.

P.- ¿Nunca has tenido ningún percance?

R.- Bueno sí, comerme el suelo (risas), rebotar contra el suelo. Pero de verdad que es un deporte muy tranquilo. Los momentos claves son el despegue y el aterrizaje porque es cuando estás más cerca del suelo, pero por lo demás no hay ningún riesgo.

P.- ¿Próximo reto?

R.- Especializarme en acrobacias. Ahora estoy en la disciplina de distancia. Aquí se busca que el parapente planee lo más posible. En acrobacias, la vela es más chiquitita para que coja más energía y poder hacer acrobacias.

P.- ¿Qué es lo que te aporta este deporte?

R.- La verdad, te cambia la mentalidad. Primero, que fomenta el compañerismo, haces una piña con tus compañeros. La ayuda mutua es muy importante. Y luego, que el vuelo es como el reseteo del ordenador, liberas todo el estrés. Además, el contacto con la naturaleza… No sé, la tranquilidad, disfrutar, las vistas… y que es un deporte muy seguro.




Vídeo: demostración de vuelo en parapente en Granada.

Fotos: Google

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