Entrevista - Parapente

Raúl, parapentista y discapacitado

Esta semana se ha celebrado el Día de los discapacitados. Podría parecer que la situación de estas personas es incompatible con la práctica de deportes de riesgo, pero para sobrevolar los cielos no hace falta más que un poco de ganas. Ése es el caso de Raúl, un parapentista granadino que sufre una enfermedad que le ha dejado sin pies y sin una mano. Esto no le impidió a los 15 años subirse a un parapente y empezar a volar.

SARA ESPAÑA/MADRID

Pregunta.- ¿Cómo te iniciaste en este deporte?

Respuesta.- Yo veía a mi vecino y me gustaba lo que hacía.

P.- ¿Qué dificultades has encontrado?

R.- En realidad, ninguna. Yo tenía las ideas muy claras, fui a la escuela de parapente y les dije que o me enseñaban a volar o lo hacía yo solo. Y me enseñaron…

P.- Dado tu caso, ¿necesitas algún equipamiento especial?

R.- Al principio sí lo utilizaba, pero todo lo que le añadas al equipo básico luego te crea complicaciones. Así que he ido quitándolo todo. Ahora utilizo el mismo equipamiento que cualquiera.

P.- Además de parapentista y monitor, trabajas como organizador de una empresa de camiones, ¿cómo lo compaginas?

R.- Pues sin descansos. En realidad no te cansas, porque lo que no te da una cosa te lo da la otra. El parapente me sirve para desconectar y además me lo paso bien, mis alumnos son también mis colegas.

P.- ¿Has pensado en dedicarte profesionalmente a este deporte?

R.- Vivir del parapente es muy complicado. Hay muy poca gente que pueda, porque no es un deporte que llegue a la masa como el fútbol, por ejemplo. La gente que se dedica a ello es porque trabaja en una fábrica de material de parapente o es filmador de imágenes, pero compitiendo es muy difícil. Otra opción sería montar una escuela, pero ya hay muchas que llevan muchos años. Además te acaba quemando, porque no vuelas, sólo enseñas. Es como un profesor de autoescuela.

P.- ¿Es mejor la situación en otros países?

R.- En España, hay mucha afición y campeones de acrobacia muy buenos, pero falta apoyo. En Suiza (en francés) o Alemania (en alemán), por ejemplo, tienen federaciones oficiales de parapente y reciben más ayudas.

P.- ¿Qué es necesario para hacer parapente?

R.- Pues acudir a una escuela y aprender. Consigues el material y te explican cómo manejarlo. Después haces tres saltos en biplaza donde el monitor despega y después te deja los mandos para que controles tú el parapente y veas cómo reaccionas en cada situación. Si te da miedo, si te mareas… Si superas esta fase, lo siguiente es un vuelo de unos tres o cuatro metros de altura tú, completamente solo. Y lo último es volar a más de 600 metros de altura. Entonces ya estás preparado.

P.- ¿Es muy caro?

R.- Al principio hay que hacer una inversión de unos 3000 € para comprar el material, pero éste te va a durar al menos dos o tres años. Pasado este tiempo, se suele sustituir la vela, pero esto ya es más barato. La verdad que si lo comparas con comprarte una moto de 9000 ó 10.000 €, es mucho más barato que el motociclismo, por ejemplo.

P.- ¿Cuál ha sido tu mayor proeza en este deporte de riesgo?

R.- Acabar cada vuelo (risas). No, he ganado algunos campeonatos de España y competiciones de precisión. He recibido el título al piloto internacional del año en el Festival de Yelmo… Pero de todos modos, yo no lo considero un deporte de riesgo. Todo es muy tranquilo y relajante. Los accidentes ocurren por la inconsciencia de los pilotos noveles, por no saber leer el aire y meterse en condiciones no adecuadas.

P.- ¿Nunca has tenido ningún percance?

R.- Bueno sí, comerme el suelo (risas), rebotar contra el suelo. Pero de verdad que es un deporte muy tranquilo. Los momentos claves son el despegue y el aterrizaje porque es cuando estás más cerca del suelo, pero por lo demás no hay ningún riesgo.

P.- ¿Próximo reto?

R.- Especializarme en acrobacias. Ahora estoy en la disciplina de distancia. Aquí se busca que el parapente planee lo más posible. En acrobacias, la vela es más chiquitita para que coja más energía y poder hacer acrobacias.

P.- ¿Qué es lo que te aporta este deporte?

R.- La verdad, te cambia la mentalidad. Primero, que fomenta el compañerismo, haces una piña con tus compañeros. La ayuda mutua es muy importante. Y luego, que el vuelo es como el reseteo del ordenador, liberas todo el estrés. Además, el contacto con la naturaleza… No sé, la tranquilidad, disfrutar, las vistas… y que es un deporte muy seguro.




Vídeo: demostración de vuelo en parapente en Granada.

Fotos: Google

Paracaidismo

España contará con el simulador de caída libre más grande del mundo

A partir de 2009, el centro de paracaidismo de Empuriabrava, en Girona, contará con un túnel de viento vertical que servirá para el entrenamiento y formación de paracaidistas. El diseño, realizado por la Escuela Politécnica Superior de Castelldefels (EPSC), será el más grande del mundo y el primero que se construye en España.

SARA ESPAÑA/AGENCIAS

El simulador, compuesto de una cabina transparente con capacidad para ocho personas, generará de forma artificial las mismas condiciones que experimenta un saltador en caída libre.

Desde la base de la sala saldrá proyectado un chorro de aire vertical, producido por seis turbinas, con una velocidad que oscila entre los 180 y 250 kilómetros por hora, velocidades que compensan el peso del paracaidista para que éste quede suspendido en el aire, ha informado la EPSC. Con sus cinco metros de diámetro y ocho de altura, pasa a ser el tunel de viento más grande del mundo. La empresa promotora,
Skydair, asegura que cuando la instalación esté acabada, a principios de 2009, será la más moderna que existe.


El proyecto más moderno

En la actualidad, en todo el mundo hay repartidos cuatro simunladores de este tipo. En concreto, París, Bedford (Inglaterra), Orlando y Perris Valley (EEUU) ya cuentan con este tipo de infraestructura, destinada fundamentalmente para el entrenamiento de los equipos de paracaidismo deportivo. El proyecto de túnel en Empuriabrava marcará la diferencia porque, además de ser el más grande, estará abierto a todos los públicos.
De esta manera, el simulador no sólo se utilizará para que los paracaidistas practiquen aquellas figuras y formaciones que luego realizarán en el aire, en solitario o en grupo, sino que también ayudará a quienes se inicien en este deporte a practicar en un entorno controlado y con la ayuda de un instructor. Las escuelas deportivas afirman que, como sistema de entrenamiento de caída libre, es más práctico y más económico que el paracaidismo desde un avión. Además, el período de entrenamiento es mucho más corto.

Medidas de seguridad

En cuanto a las medidas de seguridad, cuenta con un sistema de redes elásticas y metálicas en la parte inferior para que el paracaidista no choque contra el suelo en caso de que se produzca una parada repentina por fallo en el suministro eléctrico, además de un detector de presencia para evitar que los usuarios choquen contra el techo.


El túnel de viento se sitúa en el centro de paracaidismo de Empuriabrava, en Girona, donde está prevista una segunda fase de construcción para la ampliación de un gran complejo deportivo y de ocio centrado en el paracaidismo, que "convertirá a Empúries en la capital de este deporte", en palabras de los propios promotores.




Vídeo: Prácticas en el túnel de viento de Bedford (Inglaterra)

FOTOS
: Maqueta del proyecto - Skydair

Reportaje - Globo Aerostático

La historia de la Aerostación en el punto de mira del Festival Internacional del Globo

Además de apacibles paseos en globo sobre la ciudad de León, México, la séptima edición del Festival Internacional del Globo (FIG) incorpora exposiciones, concursos, conciertos y una villa temática en el Parque Metropolitano de la localidad para rendir homenaje a los primeros aventureros que conquistaron el cielo.

SARA ESPAÑA/AGENCIAS

Un oso panda, una casa, un espantapájaros, un cerdo, en negro, rojo, azul o amarillo, con publicidad… No hay dos globos iguales en el Festival Internacional. Algunas de las figuras más destacadas de la aerostación se han reunido este fin de semana en México para tomar, una vez más, los cielos. Con una participación de cerca de 100 globos dirigidos por pilotos europeos y americanos, y alrededor de 200 mil espectadores, el festival se consolida como el más importante de Latinoamérica desde su primera edición en 2002, afirman desde la organización.

Son cuatro días de intensa actividad. A las 06:30 de la mañana empieza la jornada en la orilla de la presa de El Palote con el hinchado de los globos, que dejan tierra firme una hora más tarde. Cuando cae la noche, ya sin luz, el FIG se viste de gala y celebra las “Noches Mágicas”, un espectáculo de luz y sonido en el que los globos anclados en tierra encienden simultáneamente sus quemadores. Es uno de los momentos más esperados del Festival junto a la exhibición del Jet Pack, una mochila propulsora que utilizaba el superhéroe Rocketeer para volar.


Exhibición de Jet Pack


Pero no acaban aquí las actividades del Festival. La villa temática construida en el Parque Metropolitano acoge la muestra Expo Mar 2008, además de conciertos, rodeos infantiles o concursos de fotografía y dibujo.

Primer vuelo en globo

Lo especial de esta edición viene de la mano de la historia. El Festival se dedica este año a los hermanos Joseph-Michel y Jacques-Étienne Montgolfier, dos inventores franceses pioneros en el mundo de la aerostación. Tal ha sido la acogida de la temática que algunos visitantes acudieron vestidos a la usanza del siglo XVIII. Y es que fue en esta época, en 1873, cuando los dos hermanos construyeron un globo de lino y papel de unos 200 kg situado sobre un fuego que calentaba el aire y que se elevó hasta los 500 metros, como consecuencia de la fuerza ejercida por el propio aire caliente. El experimento creó tal entusiasmo, que fue repetido en Versailles ante Luis XVI y su corte, pero esta vez con los primeros tripulantes. Una oveja, un pato y un gallo, metidos en una cesta, que regresaron a tierra sanos y salvos. El primer vuelo con personas se realizó unos meses después, también en 1873.

Desde entonces y hasta que se consiguió dar la vuelta al mundo en globo han pasado más de 100 años. La hazaña se culminó hace casi una década, en 1999, por el suizo Bertrand Piccard y el británico Brian Jones, quienes dieron la vuelta al mundo en 19 días, 21 horas y 55 minutos, sin escalas y sin repostar, batiendo el récord de permanencia ininterrumpida en el aire. En total recorrieron 42.810 kilómetros, saliendo del Castillo de Oex, en los Alpes franceses, y aterrizando en Mauritania, al norte de África.

Vuelta al mundo en solitario

Sólo en dos ocasiones se ha superado el reto. Una en pareja y otra en solitario. Steve Fosset, desaparecido con su avioneta desde 2007, fue el primer hombre en dar la vuelta al globo terráqueo solo y sin escalas. El 19 de junio de 2002 partió de Northam (Australia) a donde regresó el 2 de julio, menos de un mes después. Alcanzó finalmente la meta, tras cinco intentos fallidos.

Pero estas hazañas no habrían podido conseguirse sin el diseño de los hermanos Montgolfier, quienes aplicaron el Principio de Arquímedes a la aerostación. Por eso, la organización del Festival Internacional del Globo dedica su séptima edición a “estos personajes históricos, fuente de inspiración” porque “es la fantasía de volar libremente por el aire lo que nos invita a ver este sueño convertirse en realidad, al igual que nuestros valientes pioneros”. Ahora, en lugar de globos de papel y lino, son arañas, pollos, o botellas de Coca-cola los que nos invitan a un paseo entre las nubes.

Fotos: Google

Paracaidismo - Everest Skydive 2008

Primera mujer en saltar desde 8.848 metros de altura

Un grupo de 32 paracaidistas bate el récord de tiempo en caída libre al lanzarse desde la cumbre del Everest. El equipo, formado por paracaidistas de más de 10 países, consumó una hazaña que ha requerido años de preparación.

SARA ESPAÑA/AGENCIAS

Wendy Smith de Nueva Zelanda, Holly Budge de Reino Unido y el anglo-canadiense Neil Jones fueron los primeros en lanzarse desde un avión, situado a 13 kilómetros por encima del Everest, para experimentar una caída libre de casi un minuto. El reto lo completaron en los siguientes días los demás paracaidistas que formaban la expedición.

Nunca hasta ahora se habían realizado saltos desde una altura semejante ni se había aterrizado por encima de los 3900 metros de altitud -la explanada de Sayangboche-. Y es que “en algunos países la normativa no permite saltar en paracaídas desde una altura superior a 4000 metros”, señala Nigel Frank Gifford, quien lleva más de diez años preparando el proyecto.

De seis en seis los 32 saltadores, profesionales y aficionados, sobrevolaron la cara norte del Everest para saltar en caída libre al alcanzar los 8.890 metros de altura.

"Hemos tenido un minuto de caída libre y mientras bajábamos, entre las nubes, se podían ver aparecer el Everest y las demás cumbres", ha declarado Holly Budge, la primera de todos en tocar tierra. Para Wendy Smith, "estar en la cima del mundo fue sencillamente asombroso. Nunca vi tantas montañas antes".

Se trataba de un reto ambicioso, por la magnitud del salto. "Ellos parecían aves pequeñas volando en el cielo azul mientras saltaban del avión", dijo Krishna Aryal, funcionaria de Explore Himalaya (en inglés), la agencia que brindó la logística, que vio el salto desde la zona de aterrizaje en Sayangboche.

En cada viaje, participaron además dos paracaidistas profesionales y dos camera-man que se han encargado de inmortalizar la hazaña.

Paracaídas más grandes y oxígeno

Cada saltador iba equipado con un traje de neopreno para soportar las bajas temperaturas de la cumbre y el fuerte contraste con respecto a la zona de aterrizaje, así como con una máscara de oxígeno. Además, los paracaídas utilizados eran más amplios de lo habitual para facilitar la maniobra y descender rápidamente por el “delgado aire” del Everest, afirman desde la organización.

El viaje, organizado por la compañía de viajes de aventura británica High and Wild (en inglés), ha costado alrededor de 24 mil dólares (unos 18 mil euros) a cada uno de los 32 participantes. Pero la idea pertenece al montañero y paracaidista británico Nigel Frank Gifford, que confiesa haber invertido los tres últimos años en sacar el proyecto adelante. Gifford y un socio nepalí, viajaron a Solukhumbu (la zona en que se levanta el Everest, en Nepal) para hablar con los lugareños, efectuar el estudio técnico de viabilidad y conseguir los permisos gubernamentales. Aunque la agencia de viajes organizadora ve un nuevo mercado de futuro, la fragilidad del sistema limita cada expedición a un máximo de 48 personas.

Para Gifford “es un sueño de aventura hecho realidad. He sido montañero en el Himalaya y también practico el paracaidismo. Me encantan las dos cosas y pensé que estaría bien casar la una con la otra”.

FOTOS: AFP



La web oficial de Everest Skydive 2008 (en inglés) recoge toda la información sobre la preparación, los grupos de salto, localizaciones y vídeos del evento.

Sucesos

Las pruebas de ADN confirman la muerte de Steve Fossett

El multimillonario aventurero de 63 años, conocido por romper hasta 116 récords, desapareció el 3 de septiembre de 2007 durante un vuelo con su avioneta. Este mes se ha confirmado que los restos humanos hallados en las montañas Nevada pertenecen a Fossett.

SARA ESPAÑA/AGENCIAS

Un grupo de excursionistas encontraron hace un mes en las proximidades del parque nacional de Yosemite, en el límite entre los estados de California y Nevada (Estados Unidos), los enseres personales de Steve Fossett. Se trata de una zona escarpada de 3200 metros de altitud, accesible únicamente a pie y que queda prácticamente cubierta por la nieve durante el invierno. Randy Schienle, jefe de policía de Mammoth Lakes, contó a la cadena de televisión CNN (en inglés, vídeo 01:54 min) que los objetos encontrados son una sudadera, algo de dinero y una tarjeta identificadora con el nombre del aventurero. “Como no hay foto no estamos seguros de que pertenezcan a Steve Fossett, pero es cierto que lleva su nombre”, afirmó refiriéndose a la tarjeta. Junto al fuselaje del aeroplano, las autoridades federales que se desplazaron a la zona, cercana a los lagos Mammoth, encontraron algunos huesos y restos humanos, suficientes para el análisis forense. Del cotejo se ha encargado el laboratorio médico del departamento de Justicia de California, que ha determinado que los restos de ADN presentes en los objetos descubiertos coinciden con el material genético de Steve Fosset. Un año después de su desaparición puede confirmarse, por tanto, la muerte del aventurero.


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Mapa de la zona aproximada donde se encontraron los restos de Fossett

Fossett fue declarado oficialmente muerto en febrero de este año por el juez Jeffrey Malak. El magistrado de Illinois aceptó la petición de la esposa del desaparecido, tras haberse realizado una búsqueda exhaustiva del multimillonario, utilizando la tecnología más sofisticada y más de un millón de dólares de fondos privados. Aviones y equipos de búsqueda en tierra recorrieron más de 50.000 metros sin éxito. Incluso un equipo de 10 atletas y montañistas de élite, encabezado por Simon Doneto, geólogo y deportista de aventura, examinó 30 kilómetros diarios sin encontrar los restos del aventurero. Se inició también una búsqueda por satélite a través de Google.

La hipótesis que se baraja para explicar el accidente es la falta de visibilidad. Fossett inició su último viaje el pasado 3 de septiembre de 2007 en su monomotor Citabria Super Decathlon, despegando del rancho de Yerington en el desierto Nevada, con destino a California. No llevaba paracaídas, sólo una botella de agua. Y es que el aventurero de 63 años andaba buscando en la región un lugar donde proyectaba romper el actual récord de velocidad en tierra.

Un récord más que habría sumado a los 116 que ya llevaba batidos, de no haber sido por el trágico final. Fossett, conocido por su fortuna de más de ocho ceros, ha dedicado casi todo su tiempo libre a los deportes de aventura y a romper todo tipo de récords mundiales. En 2002, fue el primer hombre en dar la vuelta al mundo en globo, solo y sin escalas. En 2005, recorrió su circunferencia en avión sin repostar. Un año después, sobrevoló los Andes en globo. También ha escalado los picos más altos, desde el Matterhorn al Kilimanjaro. Cruzó el Canal de La Mancha a nado, ha participado en las 24 horas de Le Mans (en francés)… Un espíritu inquieto al fin y al cabo.

Fotos: Google

Aviación

Finaliza la Red Bull Air Race 2008

Al austríaco Hannes Arch le ha bastado la tercera plaza en la última carrera para proclamarse campeón de esta competición que combina aviación con elementos típicos de los deportes de motor.

SARA ESPAÑA/AGENCIAS

La etapa final del Campeonato Red Bull Air Race 2008 se ha celebrado este fin de semana, 1 y 2 de noviembre, en Perth (Australia). Es la última de las ocho carreras que conforman las Series Mundiales -sin contar las citas de Suecia y España que fueron suspendidas y no han llegado a celebrarse-. El vencedor en esta ocasión ha sido el inglés Paul Bonhomme quien, a pesar de esta última victoria, no ha logrado recuperar ante Arch el liderazgo en la clasificación general. Y es que a mitad de temporada, el piloto austríaco de 41 años le arrebató la primera posición al propio Bonhomme.

Con su Edge 540, Hannes Arch se convierte en el primer europeo en ganar el Campeonato Mundial, tras los americanos Mike Mangold (en 2005 y 2007) y Kirby Chambliss (en 2006).

En la competición sólo ha participado un piloto español. Alejandro Maclean fue cuarto en la cita australiana pero fue penalizado con 3 segundos por lo que quedó en octavo lugar. Misma plaza que ha conseguido en el ránking general. El madrileño, que pilota un avión modelo MXS, en una entrevista a Marca.com (vídeo, 1:21) afirma que ya piensa en la próxima temporada donde promete luchar por el podio.

Basada en los deportes de motor

La Red Bull Air Race es una carrera que se celebra desde el año 2005 a nivel mundial. La idea surgió en 2001 con la intención de incorporar a la aviación los elementos más intensos de los deportes de motor. Así esta competición se ha convertido en una prueba para la destreza de los mejores pilotos del mundo en la que la tensión y velocidad están garantizadas.

“Desde los inicios, el objetivo que se perseguía era crear un nuevo concepto de carrera en el cielo con los mejores pilotos mundiales compitiendo en ella. Se construyó una pista de obstáculos (lo que ahora conocemos como puertas aéreas) y el piloto húngaro Peter Besenyei fue el encargado de probar el prototipo con éxito. A partir de ese momento, se comenzó a dar forma a la competición y Red Bull Air Race comenzó a volar en 2003”, afirman desde la organización.

Esta temporada los doce pilotos participantes han sobrevolado las ciudades de Abu Dhabi (Emiratos Árabes), San Diego (USA), Detroit (USA), Rotterdam (Holanda), Londres (Gran Bretaña), Budapest (Hungría), Oporto (Portugal) y Perth (Australia).

La Federación Aeronáutica Internacional (en inglés) es la encargada de la seguridad. Roger Schad, experto en seguridad de la FAI, supervisa la preparación y la implantación de todos los temas relacionados con las carreras. “Todo está medido y controlado para que las situaciones de peligro sean nulas.”

La competición va ganando adeptos en cada edición. Sólo la última de las carreras, la de este fin de semana celebrada en Perth, ha sido seguida por más de 200 mil espectadores.

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Paracaidismo

Aprendiendo a volar

Clubes y escuelas deportivas ofrecen cursos de formación en deportes de riesgo como el paracaidismo.

SARA ESPAÑA/MADRID

Los deportes aéreos permiten al ser humano compartir la sensación de los pájaros en pleno vuelo. En el parapente, el paracaidismo o el ala delta, el viento pega de frente en la cara mientras se surca el cielo. La curiosidad de descubrir qué sienten las aves, cómo es la sensación de plena libertad, es lo que motiva a muchas personas a realizar los cursos de formación.

El paracaidismo es una de las actividades que se pueden aprender. Subirse a 4000 metros de altitud en un avión, saltar y caer durante cerca de un minuto. Hasta que llega el momento de abrir el paracaídas. Algo que parece tan complicado, en realidad, está al alcance de la mano de prácticamente cualquier persona. Desde los 16 a los 75 años y sin requisitos físicos específicos. En el caso de menores se precisa autorización paterna. En cuanto a las condiciones físicas, solamente se restringe la práctica de esta actividad a quienes padezcan cardiopatías graves, pesen más de 100 kg o menos de 30 kg y a quienes midan más de dos metros de altura. No hay más requisitos.

Salto en tándem

El primer paso es elegir la modalidad de aprendizaje. Para los aficionados que simplemente quieran satisfacer su curiosidad, existe el salto en tándem. Unido a un instructor titulado por la Federación Aeronáutica Internacional (en inglés), el debutante sólo tiene que dejarse llevar durante un minuto de caída libre desde 4000 metros de altura. No es necesario tener experiencia previa alguna, pues el instructor es quien lleva el control de la situación.

Cinta Estática vs. PAC

Para los que quieran probar la sensación de la caída libre en plena libertad, están los cursos de iniciación. El Reglamento de Paracaidismo de 2006 de la Real Federación Aeronáutica Española prevé dos sistemas: el de Cinta Estática o el Curso de Progresión Acelerada en Caída Libre. Ambos están reconocidos mundialmente y tienen tanto ventajas como inconvenientes.

El curso de Cinta Estática es un método más tradicional para aprender a saltar en paracaídas, siendo necesarios entre 30-50 saltos para aprobar. El alumno, que salta solo desde el principio aprende durante meses, comenzando con saltos desde una altitud baja y con sistema automático de apertura del paracaídas. Esto implica que la instrucción del alumno se orienta fundamentalmente a la salida del avión y al control de la campana (el paracaídas). En los niveles más avanzados, la altura aumenta y con ello el tiempo de caída libre, siendo entonces manual la apertura del paracaídas. Tanto en este sistema como en el PAC, los debutantes reciben una clase teórica previa en la que se explican las posibles situaciones de emergencia y cómo actuar en estos casos. La diferencia entre ambos cursos es que en el sistema estático, el alumno siempre está solo, mientras que en el curso de Progresión Acelerada va acompañado de un instructor que puede indicarle qué hacer en los momentos más delicados.

El método PAC, sin embargo, es un sistema intensivo que consta de 7 saltos y que puede ser completado en dos días. En los 3 primeros saltos, el alumno está acompañado de dos instructores, uno a cada lado, y en los 4 últimos por uno. Esto permite corregir los fallos en el momento y recibir una atención máxima para trabajar puntualmente en los aspectos que el alumno necesita mejorar. Es un sistema personalizado en el que las explicaciones posteriores al salto y un repaso del vídeo permiten un aprendizaje más exhaustivo. El método de Cinta Estática, sin embargo, se realiza en grupos de hasta 12 personas, por lo que es más complicado apreciar los errores individuales de cada alumno. Al ser un curso de corta duración -tan sólo se necesitan 7 saltos para aprobar- el PAC se puede completar con otros 10 saltos de consolidación en los que el alumno ya no está acompañado de instructor y pone en práctica lo aprendido.

Una vez finalizado alguno de estos cursos de iniciación en el paracaidismo, al alumno sólo le queda practicar y especializarse en alguna de las modalidades: saltos en formación, con tabla (skysurf) o por ejemplo, con trajes de alas (wingfly)…

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